domingo, 21 de junio de 2015

Solsticio de verano


Las celebraciones del solsticio de verano, estación que este año llegará a las 18.38, en el hemisferio norte tienen al fuego como elemento común en la noche más corta del año. En el hemisferio sur se festeja el solsticio de invierno.

El solsticio de verano este año arranca a las 18.38, en medio de sol y calor. Durará durará 93 días y 15 horas, y terminará el 23 de septiembre, jornada que marcará el comienzo del otoño.

Este momento ha sido motivo de celebración casi desde el inicio de la humanidad y en su mayor parte va asociado a creencias paganas. Sin embargo, la religión en cierto modo se apoderó de estas fechas relacionándolas con dos de las fiestas más importantes de su tradición. Así, el solsticio de verano se vincula con el día de San Juan, y el de invierno con el nacimiento de Jesús.

El solsticio de verano ha estado más estrechamente relacionado con el mundo místico, de hadas, duendes y seres sobrenaturales. Una de las celebraciones más famosas del solsticio de verano es la que tiene lugar cada año en Stonehedge, donde el año pasado llegaron a reunirse más de 36.000 personas para recibir el verano en la llanura de Salisbury.

El término solsticio deriva de la unión de dos palabras latinas sol (sol) y sistere (permanecer quieto). Durante unas horas parecerá que el Sol se detiene en el cielo y cuando se ponga llegará la noche más corta del año. Y a partir de ahí los días irán acortándose, como si el Sol se fuera apagando.

Cada comunidad tiene sus particularidades: en Galicia es noche de meigas, en Almería es tradición mojarse los ojos a las 12 de la noche, en Motril se le piden tres deseos al fuego escritos en papel y se arrojan tres cosas malas al mar... En Oporto se comen sardinas con pimientos alrededor de una hoguera, que debe saltarse solo con brincos impares.

El solsticio de verano en Noruega, con apenas hora y media de oscuridad por la noche, se encienden grandes fogatas en la penumbra solar y se narran cuentos de troles para celebrar el Jonsok. Suecia también tiene su particular forma de festejar el solsticio de verano con tres días de fiesta desde el 21 de junio. Durante el Midsommar se engalana con flores el mástil de San Juan, que una vez completo, se alza para que todos puedan contemplarlo.

Los solsticios son días muy especiales por su relación con el Sol, hasta el punto que la mayor parte de las civilizaciones lo consideraban motivo de celebración. Un festejo que todavía sigue vivo en nuestros días.


No hay comentarios:

Publicar un comentario