Ya se acerca una de las noches más mágicas del año, la noche
de San Juan, la noche más corta del año, la noche donde la luz vence a las
tinieblas, la noche de “Janot”, “Noche de Brujas” o “Noche de San Juan” donde
se abren las puertas que comunican ambos mundos, el de la materia, el del soma
por una parte y el sutil, etéreo y espiritual por otra parte, ya es hora de
hablar de tan mágica noche, noche especial donde se “trabaja” con planetas,
elementos, elementales y plantas, entre otros.
En esta mágica noche se realizan rituales y hechizos mágicos
para conseguir el amor, la prosperidad o que tus deseos para el año se cumplan.
En los Rituales de la Noche de San Juan, intervienen las Hierbas Mágicas. Son
siete, conocidas como las plantas sagradas de la Noche de San Juan, ya que en
esta mágica noche es cuando deben de ser recolectadas, preparadas y
ritualizadas. Ellas son: salvia, milenrama, crisantemo de los prados, hiedra trepadora, rusco, artemisa e hipérico.
Cuando consigas las hierbas mágicas de San Juan, debes
ponerlas dentro un saquito de tela para ritualizarlas la noche del fuego y
guardar el saquito el resto del año cerca de ti, ellas te cuidarán y te
protegerán de negatividades.
Milenrama también llamada aquilea por el héroe griego
Aquiles, que curó con ella las heridas de Télefo, rey de Misias, es
cicatrizante y comestible en ensaladas cuando está tierna. Es usada por las
brujas asturianas, las cuales se
preparan infusiones de esta planta para potenciar sus poderes adivinatorios.
Crisantemo de los
prados también conocida como hiedra terrestre, tiene las raíces comestibles, y sus hojas picadas sirven para
aromatizar dulces. Da una flor blanca grande y solitaria, apreciada para adornar
las coronas. Simboliza el Sol, la perfección, la inmortalidad. Se usa triturada para invocar a determinados espíritus de la naturaleza. Crece
en bosques frondosos caducifolios, y se desparrama por los suelos, dando flores
con forma de embudo y color violeta pálido. No se debe confundir con la hiedra
trepadora, cuyas flores son de color verde amarillento, y sus bayas negro
azuladas son venenosas.
Rusco derivado del latín bruscus y del celta beuskelen,
forma unas extrañas matas de color verde lustroso, con unas bayas encarnadas
comestibles pegadas al tallo. La rareza es que sus hojas elípticas y
puntiagudas, son en realidad tallos ensanchados y aplastados. Los brotes jóvenes del rusco, forman unos
vástagos con un penachito de hojas en su punta de sabor algo amargo, pero más
nutritivos que los espárragos. Con las
semillas de las bayas, molidas previamente, se puede preparar una infusión
diurética.
Hipérico (de Hiperión, nombre griego del dios Sol) o hierba
de San Juan es una planta de flores amarillentas que crece en las laderas de
los montes. Es precisamente su color
dorado el que la vincula especialmente con el Sol, y por ello, la noche ideal
para su recolección es la de San Juan, pues es en ella cuando la fuerza solar
está en su apogeo. Cuenta la leyenda que tras ser decapitado San Juan Bautista,
varias gotas de su sangre cayeron al suelo e hicieron germinar esta planta: Por
ello, cada vez que estrujamos los pétalos de esta flor, surge un líquido rojo
que es la sangre misma de San Juan, que posee grandes poderes mágicos y
curativos.
Con esta mágica hierba se curan las depresiones y se
ahuyentan los malos espíritus, puesto que San Juan es, al igual que San Jorge,
la representación de la luz divina que baja a la tierra a derrotar a las
fuerzas de las tinieblas. Todas estas plantas han de ser recogidas en la noche
de San Juan, disecadas y guardadas en frascos herméticamente cerrados para su
uso durante el resto del año.
Salvia procede del latín salvare (salvar), por sus virtudes
curativas, pues es la planta de la longevidad por antonomasia. Se cuenta que
existen ejemplares de esta planta que se vinculan a una determinada persona,
floreciendo o marchitándose según la suerte de ésta.
Artemisa dedicada a la diosa griega Artemisa, hermana de
Apolo, llamada por los romanos Diana Cazadora, es una planta medicinal
especialmente indicada para las molestias de la mujer. Se usan sus tallos como
infusiones. Con ella se trenzaban
figuras antropomorfas como protección mágica en las puertas de las casas, y se
fabricaban flechas para lanzarlas a los cuatro puntos cardinales, a modo de
conjuro contra los malos espíritus. Las curanderas usan sus hojas contra las
picaduras Es la planta de la mujer o, mejor dicho, para la mujer. Regula el
ciclo menstrual, estimula la menstruación y calma los dolores posteriores al
parto Recibe su nombre de la diosa griega Artemisa, a quien invocaban las
mujeres en los partos difíciles.
Hiedra trepadora se considera una planta mágica y un símbolo
de la fidelidad. Los griegos la tenían como emblema de Dionisio, dios del vino,
de la alegría y de la vitalidad. También se la consideraba como símbolo de la
inmortalidad y de la eterna juventud. En aquella época ya se la utilizaba
contra los males del espíritu. Según una leyenda, para que la hiedra actuara
debía recogerse de la cabeza de una estatua y debía aplicarse en la piel
envuelta con una tela roja. Precaución pues puede producir reacciones dérmicas,
es tóxica.
No hay comentarios:
Publicar un comentario